De uvas verdes
Tócame los músculos de la memoria
y regresa cada tanto a decirme,
que no soy tiza borrada en el aire.
Recuérdame el haber no escrito
en el muro de los perros negros:
“que tarde se hizo para olvidarte”,
y esta curiosidad malsana de saber si aún sigues,
pegada a los ladrillos de la plaza del hambre,
donde nos comíamos sin masticarnos,
tragándonos como oblea de ostia;
engarzándonos entre los dientes
los besos de uvas verdes,
justo antes de medianoche.
y regresa cada tanto a decirme,
que no soy tiza borrada en el aire.
Recuérdame el haber no escrito
en el muro de los perros negros:
“que tarde se hizo para olvidarte”,
y esta curiosidad malsana de saber si aún sigues,
pegada a los ladrillos de la plaza del hambre,
donde nos comíamos sin masticarnos,
tragándonos como oblea de ostia;
engarzándonos entre los dientes
los besos de uvas verdes,
justo antes de medianoche.
Comentarios
UN ABRAZO
Besos Daniel.
Un placer inmenso amigo. Te quiero.
Beso.
Te quiero amiga mía.