De uvas verdes

Tócame los músculos de la memoria
y regresa cada tanto a decirme,
que no soy tiza borrada en el aire.

Recuérdame el haber no escrito
en el muro de los perros negros:
“que tarde se hizo para olvidarte”,
y esta curiosidad malsana de saber si aún sigues,
pegada a los ladrillos de la plaza del hambre,
donde nos comíamos sin masticarnos,
tragándonos como oblea de ostia;
engarzándonos entre los dientes
los besos de uvas verdes,
justo antes de medianoche.

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
UFFFF, ESO ES DELIRANTE!!!
UN ABRAZO
cristal00k ha dicho que…
:):) de periplo por lo último, me gusta.
Besos Daniel.
No puedo dejar de venir aqui, siempre algo, alguien llama muy dentro de mi.

Un placer inmenso amigo. Te quiero.
Daniel ha dicho que…
Gracias amigo Adolfo; otro abrazo para vos.
Daniel ha dicho que…
Gracias Cristal; tu visita acompaña mi silencio.

Beso.
Daniel ha dicho que…
Leyddy, mi niña; comprendo lo de los llamados. Gracias por acudir al mío.

Te quiero amiga mía.

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